Todavía permanecen latentes en las retinas de los hinchas aquellas gloriosas jornadas: él se encargo de achicar el arco para aquellos que, ocasionalmente, debían enfrentarlo: los penales atajados en la serie final contra Campaña en el 2009; aquella fase semifinal de las tres ejecuciones contra el clásico rival en cancha de “la Topadora” durante el invierno de 2010; las salvadas y reflejos espectaculares en jugadas claves que le dieron al Portaviones tantas alegrías, junto a un grupo de gladiadores que lo acompañó, encargados de poner fin a una sequía que se prolongó por medio cuarto de siglo. “San Londero” o “Super Pato” fueron algunos de los apodos que le supieron caber, hasta que definitivamente, la populosa hinchada de ADEO lo elevó a la categoría de “ídolo”, condición a la que según los distintos contextos temporales, solo acceden algunos privilegiados que demuestran, tal como lo hizo “el Pato” durante estas cuatro temporadas, no solo cualidades futbolísticas, sino también actitudes y valores humanos, respeto, responsabilidad y por sobre todas las cosas, amor por la camiseta.
Invencible
“Con un arquero así es imposible” o “este tipo te achica el arco que no sabes por donde vulnerarlo”, se escuchó decir a muchos goleadores. “Es el arquero más difícil de enfrentar”, manifiestan los artilleros. En tanto, más de un director técnico ha resaltado sus virtudes como profesional, dejando en claro que Cristian Londero es “el arquero que todo el mundo quisiera tener”. A la hora de practicar penales ante posibles definiciones de este tipo, un compañero le manifestó: “Ya no sé a qué lado patear… ¡¡¡Por favor, quédate en el medio!!!, le vociferó a modo de súplica. Por supuesto que el seguidor de fútbol, cualquiera sea su afiliación, no deja de reconocerlo y admirarlo. Pero para quién sigue al “Tricolor” no existen medias tintas: Londero es el emergente de la idolatría popular perteneciente a una generación que le devolvió la alegría al hincha en base a títulos obtenidos, en el marco de un grupo de jugadores que aún siguen dando que hablar.
Cansancio
Sin embargo, Cristian ha tomado una decisión que emocionalmente, a él mismo le cuesta comentar: “tomé la determinación de dejar este hermoso club, que tan bien me ha tratado desde el primer día que llegué”. Esta decisión cayó como balde de agua fría en los seguidores del “Porta”, lo que motivó que el propio jugador ponga claro sobre oscuro: “aquí no existe ninguna cuestión económica ni mucho menos. Estoy afrontando una serie de problemas personales que gracias a Dios, van en proceso de solución. Esta situación me impide viajar todos los días, como lo hago de martes a domingos, y sinceramente, necesito cargar pilas para poder continuar”. Londero fue más allá y resultó contundente cuando graficó lo que siente al afirmar que “estos últimos días me está costando mucho subirme al auto y llegar a Cañada”.
Concientes de la importancia que adquiere la continuidad del jugador en este proceso iniciado en el 2008, la dirigencia del club le ha propuesto un régimen de asistencia diferencial a las prácticas, con el consentimiento del plantel, cosa que el aquero rechazó, según sus palabras, “por querer estar a la misma altura de mis compañeros en cuanto a la preparación. Este es un grupo y no me gusta dar ventajas. El jugador que venga va a brindar lo mismo o más que yo, y este es un conjunto ganador que va a seguir peleando por cosas importantes”.
Cuestiones personales
En ese aspecto, no dejó de agradecer a la totalidad de los estamentos dirigenciales de la institución, comenzando por Damián, a quien considera “un gran amigo”, e hizo un párrafo aparte para la hinchada, según sus conceptos, “la que más apoya y que más afecto me dio en toda mi carrera”.
Sobre su continuidad futbolística, Londero ha aceptado una oportunidad de jugar en Argentino de Rosario, quien milita en la divisional “D” de AFA. “Tomé este desafío para no dejar la actividad. El club está muy cerca de mi casa y no me insume viajes ni tiempos importantes. El régimen de entrenamientos es incluso menos exigente que el de ADEO, siendo que tampoco me aporta mucho más económicamente”, dijo el “Pato”. Quedó claro pues, que no hay motivo económico ni de otro tipo en su decisión, sino que afloran cuestiones de índole personal que hoy inclinan a Londero a quedarse en su ciudad y evitar viajes y tiempos que complican sus razones.
Volveremos, volveremos…
Según fuentes dirigenciales, las conversaciones con el club rosarino contemplan un préstamo por seis meses, para que permanezca en firme la posibilidad de que en el 2013 Cristian Londero, de 32 años, retorne a la institución con la cual lograra el tricampeonato en la Liga local en 2009 y 2010. El propio arquero dejó la puerta abierta para un eventual retorno a Cañada de Gómez: “la posibilidad de Argentino está en una etapa de conversaciones; mi pase pertenece a ADEO, aunque hay conformidad en todas las partes para que la operación se realice. Después de ello, seguramente podré regresar con más ganas para defender estos colores que tanto quiero”, dijo el Pato.
Mientras gran parte de la hinchada ya piensa en una despedida “a lo grande”, Cristian Londero insiste en que solo debería ser un “hasta luego”. Lo que no cabe duda, es que de aquí a la finalización del Torneo Apertura, el “mundo ADEO” le hará saber a su ídolo cual es el grado de admiración sobre su persona. Mas allá del arquero, más allá de los penales atajados y los logros obtenidos, el club se desprenderá de sus cualidades como ser humano, al que se frenaba, bolso en mano, a saludar a los chiquitos del fútbol infantil; al que se hacía el tiempo que fuera necesario para satisfacer toda inquietud que el público le demostraba. En base a esa indisimulable relación de acercamiento con la gente, se presume que las próximas jornadas en el Jacinto Loesi serán muy emotivas, más allá de lo que suceda con el resultado de un eventual partido de fútbol…
fuente: http://www.adeo.org.ar/
