Carta abierta al hincha de $port(rey de copas)

En verdad, comprendo tu tristeza, sport. No es fácil digerir tanta amargura, esa que quedó plasmada al retirarte de Ñubells. el domingo. Protagonizaste un espectáculo patético, y no es para menos…, soportar tanta desazón se hace difícil: vapuleado en los clásicos, en cancha de NOB con dos y uno menos, en tu canchita con dos menos, y el domingo no te animaste a mantener el resultado y encima tuviste dos penales arriba… ¡y erraste tres al hilo!!!. Sé que es mucho para vos, por eso te compadezco. Si hasta desapareciste de la ciudad, de tus ámbitos, y te acovachás como el avestruz que esconde la cabeza para no tomar contacto con la realidad.
¿Sabés…? Creo que tu presente me está causando pena ajena, porque en definitiva nos necesitamos mutuamente, y además, alguien se tiene que ocupar de vos. Porque mirá que yo también me he bancado tu odio, eh… Recuerdo tus comentarios xenofóbicos: “son los negros del Fonavi”, nos decías despectivamente, mostrando tu faceta racista. Sin embargo, nunca te pusiste a pensar tus incoherencias, porque por un lado nos tratás de “negros pobres y miserables”, y como pretexto a tanto éxito salís a argumentar que “compramos árbitros y campeonatos”... ¿En qué quedamos, sport? Yo sinceramente veo a mis dirigentes trabajando todos los sábados en Los Canosos hasta las 6 de la mañana, vendiendo la Interclubes en cada momento, haciendo polladas y laburando de mozos en cada fiesta que se hace en los Salones de Mitre y Rivadavia. Nunca, pero nunca, los vi en las mesas de los bares pergeñando algo. A los que veo todos los días tomando café son a otros… Parece que a ellos sí les sobra el tiempo.
En definitiva, esta nueva final que nos toca disputar te va a beneficiar económicamente (no lo digo por la recaudación que te dejamos cada vez que llenamos tu canchita, y que te sirve para poner al día a tus “jugadores”), sino porque esta vez no vas a tener que comprar la camiseta del otro finalista. El año pasado gastaste plata en adquirir una de Campaña, después te pusiste la de Cremería, y ahora, como verás, te evito el gasto, porque si no lo sabés, te recuerdo que Almafuerte tiene tus mismos colores (y pensar que me criticaste hasta el hartazgo cuando viste la bandera del Willian Kemmis en mi hinchada!!! Al respecto: ¿vos tenés algún amigo en la Liga???) Podés usar tu propia remera e ir del otro lado, que no te voy a correr. El domingo te tuve a tiro, pero tu estado de ánimo me conmovió. Nunca antes había visto tanta tristeza, tanta pesadumbre, tanta amargura, tanta quietud. Pareció que tus jugadores te contagiaron, porque “no podías mover las piernas” ni para irte de la cancha. Sinceramente, me diste lástima...
Son muchas cosas juntas que te están pasando como para buscar excusas en los árbitros (mirá que nos expulsaron jugadores en los últimos partidos que nos enfrentamos, ehhh: Mercuri, Paolo, Pedemonte, Yacciofani, Londero, Zani, otra vez Mercuri, qué se yo cuántos… A vos… Ahhh, sí, a Chingolo el domingo), pero te compadezco, por el simple hecho de que te necesito para realimentar tanta alegría.
Es más, tu odio y angustia ya me está preocupando. Dalo por hecho que mi intención es que tu estado de salud, principalmente en cuanto a lo psicológico, no empeore más. Tal vez sea un cúmulo de cosas las que te afecten: haberte vapuleado en los clásicos, el bicampeonato invicto, esta última final (tercera al hilo), las caravanas y festejos por Lavalle, la fiesta de la Liga, las bombas de estruendo que retumban en la ciudad después de cada clásico, de cada campeonato ganado, no sé, no sé… Tantas cosas…!!! Yo pensé que cuando abandonaste en aquel clásico jugado en tu canchita ya era suficiente para el desahogo, pero nó. A propósito, algo no me quedó en claro… Cuando tiraste la muleta al campo de juego el otro domingo, ¿tuviste las mismas intenciones de abandonar??? ¡¡¡Ojo!!! Que no se te haga costumbre!
Sin embargo, en el plano de las confesiones, tengo que sincerarme: me dolió que fueras vos quien me arrebatara el invicto, lo reconozco. Si te sirve de consuelo, está bien… te lo digo: algo me dolió. Pero ahora no te escapes, euuu, que el compromiso pasa a ser tuyo. Ponete bien y empezá por cambiar tu estado de ánimo que a lo mejor nos podés alcanzar. Creo que vas a tener que estar entre 47 o 48 partidos sin perder (ya casi perdí la cuenta). Según vos, “sos tan grande” que seguramente te dá el cuero para igualarnos e incluso, superarnos. Empezá desde ahora (bah, desde el torneo que viene, porque por estos días vas a estar entretenido mirando el mundial). Cuando estés por llegar a esa cifra, avisame. Ya que para vos significó tanto habérmelo sacado, por lo menos, dejame compartir tu alegría cuando me alcances. Mi espera será ansiosa. Eso sí, estos dos domingos que vienen ni se te ocurra molestarme. Desde ya te digo que ocupes mi lugar en la final de 4ta. porque no voy a ir. Alentá (bien fuerte, gritá mucho, sabés…) a los chicos que son tu semillero (de paso, podrías poner a patear penales a los pibes de la cuarta, porque los refuerzos que trajiste, mamiiiita!!!), y si querés, pasame por mensaje de texto los resultados del mundial, porque yo voy a estar ocupado en otros menesteres… No te pongas nervioso por lo que estaré haciendo, acordate que yo tengo que llegar a los 18… ¿Voy por buen camino ultimamente?