Con el objetivo cumplido de haber clasificado a la siguiente fase, ADEO enfrentará al Club Atlético Empalme Villa Constitución, repitiendo aquellos encuentros frente al mismo rival, pero hace 28 años atrás, para el entonces recordado “Torneo Regional”.
La Asociación Deportiva Everton Olimpia disputará a partir de este domingo el primero de los compromisos correspondientes a la parte final del Torneo del Interior, en este caso enfrentando al Club Atlético Empalme Villa Constitución.
Haciendo un balance apresurado, el emprendimiento que iniciaron dirigentes de la subcomisión de fútbol dio sus frutos: los jugadores realizaron una pretemporada en actividad, tuvieron ruedo y roce futbolístico en el marco de un torneo regional muy competitivo, a la vez que significó la adquisición de experiencias y aprendizajes que dirigentes, jugadores y hasta los propios hinchas supieron valorar.
A esta altura de la competencia, se puede decir que el objetivo se cumplió: la fase regular de grupos mostró a un equipo que estuvo a la altura de las circunstancias, clasificando para la ronda subsiguiente con una fecha de antelación al cierre. De aquí en más, todo lo que venga será bienvenido, a sabiendas que otra empresa importante comienza el mismo domingo: la edición 2.013 de la Liga Cañadense de Fútbol.
Una historia con coincidencias y diferencias
Si nos remitimos a la historia reciente, debemos obligatoriamente remontarnos al año 1.985. Algunas coincidencias resultan llamativas: el rival de esta fecha vuelve a ser el de aquella primera fase del por entonces llamado “Torneo Regional de Fútbol”. Por cierto, esa ocasión se convirtió en trágica en función al deceso de 4 simpatizantes que regresaban de Empalme Villa Constitución luego de presenciar el partido, tras fallecer en un accidente automovilístico. Después, ambos equipos lograrían el pase a la siguiente ronda. Los últimos (y únicos) antecedentes entre ambos equipos dan cuenta del triunfo de “Éverton” durante la primera rueda (hacía de local en cancha de Sport) por 2 a 1, y la revancha que en la segunda rueda se tomaría la gente de Empalme ganando por 1 a 0. Ambos clasificarían para la próxima fase, Éverton como mejor del grupo y el Atlético como segundo. Ahora, a la espera de dos encuentros, uno de ellos proseguirá en el T.D.I. con posibilidades ciertas de ascender al torneo Argentino B y el otro continuará el camino de la competencia doméstica.
Era una selección
Pero el actual emprendimiento 2.013 resulta ser mayormente significativo. Si bien la de 1.985 se configuró en la primera experiencia de participar en un torneo de alcance nacional, la conformación del plantel estuvo integrada por una selección de jugadores proveniente de otros clubes que, con la dirección técnica de Nelson “Chiche” Gómez (también contratado para la ocasión) hacían de aquel un equipo de figuras rutilantes que habían sido elegidas entre los clubes de la región. Nombres como López, Manzi, Rodríguez, Dotavio entre otros, configuraban una verdadera “selección de la Liga Cañadense”. Solo dos apellidos, el de Genga y Troiano, permanecen ligados al presente deportivo de la institución, ambos integrantes del actual cuerpo técnico. Todos los demás regresaron a sus clubes de origen. Incluso, el plantel que posibilitó la clasificación a dicho torneo (campeón del torneo oficial de la Liga en 1.984), integrado en su mayoría por jugadores de divisiones menores, fue literalmente desmembrado. Lo mismo ocurrió con el cuerpo técnico de aquel entonces.
Un proceso que continúa
A diferencia de ello, el actual plantel mantiene la base del proceso iniciado en 2.008, (incluso con iguales integrantes de aquel cuerpo técnico). Jugadores como Londero, Acotto, Mercuri, Faría, Yacciofani, Delgado, Mora, Zanni, Zurita, más otros juveniles que se han incorporado (incluidos dos refuerzos), son parte de una historia reciente por demás de exitosa. Ellos no son una “selección” conformada para un fin específico, sino que forman parte de un trabajo que pretende ser coherente con el paso del tiempo. Una especie de “generación dorada” para la institución, con elementos propios pertenecientes al club que se lanzaron a este emprendimiento “para ver que pasa”, y hoy los encuentra disputando, casi sin querer, la fase final de un torneo que lo está teniendo como uno de los principales protagonistas.
Pero hay puntos en común: más allá del paso del tiempo, el pequeño grupo de dirigentes de ayer y de hoy pretenden instalar en la historia del club el nombre de la institución más allá del marco local, todo ello en el contexto de un fútbol complejo, complicado, semiprofesionalizado, y competitivo, tanto fuera como dentro de la cancha. Por aquel entonces, los Aimar, Parreño o Perrone se arriesgaron y lo hicieron. Hoy, los hermanos Savi, Medina, Ribaudo o Salvatori pretenden repetir lo sucedido. Si bien el objetivo se cumplió, la historia prosigue, y se va construyendo en un día a día que entusiasma e invita a soñar.
n partido con historia
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