DE ÍDOLO A LEYENDA
La historia reciente del Portaviones está marcada por hechos diversos. En base a ello, lo que podía suceder el domingo tenía dos alternativas: que ADEO sufra las mismas consecuencias de lo que pasó con San Jerónimo (revivida frente a Coronel Aguirre) con sendos empates marcados en tiempo de descuento, o que la figura del arquero se agigante como en tantas otras jornadas y ADEO termine, en medio de la emoción y la locura, festejando el pase a la final del T.D.I.
Con “el diario del lunes”, sabemos que esto último fue lo que ocurrió, después del inicio de una jornada con sensaciones contradictorias. Un primer tanto que le convierten a Londero en sus propias narices (cabezazo dentro del área chica tras un tiro de esquina) y un segundo gol a partir de un remate fuerte que vence la resistencia de un arquero tapado por una maraña de jugadores, previo resbalón de Zurita que allana el recorrido del balón cuyo destino será el fondo de la red. Encima, al término del primer tiempo y entre escaramuzas, estuvo a punto de trenzarse con un jugador contrario, mostrando cierta debilidad a la hora de contener sus aceleradas pulsaciones. Hasta aquí, la tarde del rosarino distaba mucho de ser la más feliz.
Es más: la remontada del equipo tuvo que ver con una reacción de los jugadores locales que se registró en el segundo tiempo. Muchos pelotazos “del Pato”, que en otros partidos significaron asistencias letales, terminaron siendo bochazos “de arquero a arquero”. Un par de intervenciones antes del cierre ratificaron su jerarquía (una de carambola incluida), aunque nada comparable con la situación suscitada en el final.
“Es un jugador de una pegada muy potente; esos tipos de nueve así (referido a Laureano Spárvoli) no patean despacio. Aunque pensé en quedarme parado en el medio, hice la lógica y me tiré para mi derecha pensando que la podía cambiar. Al ser a media altura, se me simplificaron las cosas y lo pude atajar”. La explicación de Cristian Londero da cuenta que en el contexto de su innegable virtud, el uno de ADEO conocía las características del shoteador de Aprendices, y evaluó, en los segundos previos a la ejecución, el marco de situación, hipotetizando sobre la factible ejecución. Después, en la práctica, todo le salió a la perfección según lo pensado:
1. Seleccionó el lugar (previo estudio y análisis de la situación contextual),
2. Se arqueó en una estirada horizontal cuan largo es volcándose sobre su derecha.
3. Endureció sus extremidades superiores permaneciendo lo suficientemente fuerte y firme como para no ser vencidas cuando la pelota, tras ser impulsada en el violento remate, chocara contra las palmas de sus manos, ya curtidas por la marca de los pelotazos.
4. Se dio cuenta que había atajado el penal y, por él reconocido, festejó desmedidamente.
5. Al final, se retiró del campo de juego abrazado a Pedrito.
No hay estadísticas precisas, pero sí recordados antecedentes de situaciones no iguales, aunque sí parecidas a las del domingo: el penal atajado a Silva en la primera final del Apertura 2.009 en cancha de Campaña; la serie de penales contra el mismo rival en cancha de N.O.B.; instancia de cuartos de final partido de ida año 2.009 en cancha de Almafuerte, minuto 46 a “Bombón” Suárez; la serie de penales contra Sport semifinales 2010; el penal contenido a Martín Arcodía minuto 46 del segundo tiempo en Sport, año 2011 y las definiciones de cuartos, semi y final en el campeonato Apertura 2012 frente a San Jerónimo, Correa y Cremería respectivamente. En todas ellas, Londero contuvo la mayoría de las ejecuciones a las que fue sometido. Él mismo
L
lleva alguna improvisada estadística de su performance como arquero “ataja-penales”. Dijo Cristian Londero: “Llevo contados 30 penales en toda mi carrera, de los cuales he atajado 19.”. Nosotros agregamos que esto significa un contundente porcentaje (y si no es récord pasa raspando) del 63,33 por ciento de penales contenidos. Créase o no, este tipo, a modo de promedio, ataja más de seis penales de cada diez que le patean. Para el hincha de ADEO, Londero no es solo ídolo. Ellos dicen que ya es “leyenda”.
Foto “Soy Leyenda” gentileza Factbook ADEO Somos la Ciudad
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